La gente a veces come porque está molesta, estresada, aburrida o feliz. Sin embargo, comer por razones emocionales puede hacer que se coma en exceso, lo que lleva al aumento de peso.
Aprende a diferenciar el hambre real del emocional.
Hambre real
El verdadero hambre es provocado por una verdadera necesidad de alimento y se desarrolla gradualmente con el tiempo. Puedes esperar a comer si lo necesitas, y una vez que hayas comido hasta que tu estómago esté lleno, puedes dejar de comer. Con el hambre real, sientes la necesidad de comer, pero no necesariamente un alimento en particular. Cualquier alimento que te guste que esté disponible satisfará tu hambre y no te sentirás culpable después de que termines de comer.
Hambre emocional
El hambre emocional es una respuesta a un sentimiento, ya sea bueno o malo, y generalmente implica ansiar un alimento o tipo de alimento específico. Estos alimentos suelen ser altos en grasa y azúcar, e incluso si estás lleno, a veces seguirá comiendo hasta que se acaben. Este tipo de hambre ocurre repentinamente y sientes la necesidad de comer de inmediato. Sin embargo, una vez que terminas de comer, a menudo te sientes culpable o avergonzado.
Maneras de lidiar con el hambre emocional
Mantener un diario de alimentos puede ayudarte a determinar cuándo tiendes a comer por hambre emocional y qué alimentos anhelas durante estos momentos. Cuando experimentes hambre emocional, ten un plan para lo que vas a hacer en lugar de comer, como llamar a un amigo, salir a caminar o leer un libro. No tengas alimentos poco saludables disponibles en tu casa, y espera cinco minutos antes de comer una vez que comiences a sentir hambre para que puedas descubrir si realmente tienes hambre o simplemente estás buscando comida por hábito o por razones emocionales.