• Desarrolla la fuerza muscular: ayuda a reducir el riesgo de lesiones. Levantar cosas, incluido su propio peso corporal, los mantiene saludables y ágiles, para que se sientan bien y funcionen de manera óptima.
• Mejora la capacidad cardiovascular: moverse vigorosamente cultiva un corazón y pulmones sanos, y ayuda a prevenir la hipertensión. La actividad física regular también puede disminuir sustancialmente la presión arterial y prevenir enfermedades del corazón.
• Mantiene los huesos fuertes: el momento crucial para formar huesos comienza antes de los años de la adolescencia y dura hasta mediados de los 20, que es cuando los huesos crecen hasta alcanzar su grosor máximo. Puede ayudar a sus hijos a prevenir la aparición de osteoporosis alentándolos a realizar actividades de carga de peso como saltar la cuerda, correr juegos, girar y balancearse.
• Disminuye la grasa corporal: la actividad aeróbica y el entrenamiento de fuerza ayudan a los niños a gastar energía (calorías), lo que les ayuda a controlar el peso y la distribución positiva de la grasa corporal.
• Mantiene un peso estable y saludable: el movimiento y una dieta saludable, combinados con la reducción del sedentarismo como mirar televisión y jugar juegos de computadora ayudan a prevenir la obesidad, que a su vez puede ayudar a prevenir la aparición de la diabetes tipo 2.